Creo que he “celebrado” dos etapas importantes de mi permanencia en Steemit desde enero de este año:
- Mis Cien Días en Steemit (entra al link para ver cómo los celebré); y
- Mi Primer Cuarto de Millar de Días, los cuales celebro con esta II bitácora.
Las etapas son importantes
Creo que es divertido el rol creativo nuestro para hacerlas: escogerlas y vivirlas es ser conscientes de nuestra creación. Para atravesarlas con éxito debes hacerte consciente de ella cuando la avistes, y asumirla e integrarla a tus estructuras, adaptarte.
Algunas vez leí en cierto texto relacionado con un movimiento de mujeres que creen y practican la sanación de la consciencia femenina, de alguna manera digamos que “venerando” el rol del vientre y de la concepción dentro del equilibrio de la dinámica de la vida y la consciencia colectiva, que "la mujer debía convertirse en la madre de su esposo, y el esposo en el padre de ella". Yo lo entendí perfectamente, y lo proyecté en mis relaciones: fracaso. Porque, ¿saben qué? No entendí que el tema de las etapas es de flujo natural, también. Lo que le planteas a la vida, o a ti misma, toma su cauce. No porque escojas un cambio, controlas su flujo.
Esto que les cuento, un poco, tiene que ver con que mis primeros cien días en Steemit fueron duros. Y mientras me acercaba a ellos, de repente, las cosas empezaron a mejorar. Dije: voy a hacer una canción celebrando mis cien días para Open Mic, y mucha gente va a conocerme por hacer esto, y quizá hasta gane un premio. ¿Saben qué pasó? Nada.
Ahora para mis 250 días, que estoy en una etapa de cambios, dejé de grabar con mi equipo de grabación. Solo tomé mi celular y me grabé. ¿Sabes qué? Quedó muy lindo. Hice una pequeña edición para el video, y me siento muy satisfecha con el resultado.
¿Quieres escuchar mi #OpenMic de esta semana?
Entra aquí, y escucha mi interpretación de "Luna de Margarita", de Simón Diaz.
Esta es mi segunda bitácora, así que puedo decir
que tengo un nuevo segmento en mi blog
diciéndome qué opinan de los cambios,
los míos y los suyos.
