Hace algunos años Alberto, un querido amigo también compañero de la escuela secundaria y fanático de la pesca me llamó para ofrecerme colaborar con él en un programa de radio dedicado a la pesca.

Sin dudarlo acepté el ofrecimiento pese a que no tenía ningún tipo de experiencia en esa rama de la comunicación.
Contamos con la inestimable colaboración de un locutor profesional que no conocíamos pero que se ofreció a ayudarnos en todo lo que fuese necesario para lograr armar un buen programa. Guillermo fue para nosotros un pilar extraordinario, no era pescador, ni siquiera le gustaba ese deporte pero no fue impedimento para abrirnos todos sus conocimientos y experiencia en ese medio tan hermoso como atrapante.
Los comienzos no fueron fáciles, Alberto había contratado una hora a la semana, los sábados por la tarde en una AM de bastante audiencia pero en tiempos pasados. Además de la poco gente que escucha esa onda se sumaba que en ese horario competíamos con partidos de fútbol de la primera división. La mezcla fue que no lográbamos la necesaria audiencia como para conseguir publicidad, absolutamente necesaria como para perdurar en el tiempo y recuperar parte del tiempo y esfuerzo invertido.
Al poco tiempo tuvimos que mudarnos a una radio que cobraba un alquiler más económico del espacio y además teníamos disponible el horario de los sábados temprano, a las 7:00 AM, algo mejor para que los pescadores que esperan los fines de semana escuchen las últimas noticias de pesca mientras viajan a los diferentes pesqueros de la Capital Federal y la Provincia de Buenos Aires.

Guillermo el locutor al centro, Alberto a la izquierda y el "Profesor" Di Carlos invitado
En este segundo lugar estuvimos varios meses y logramos cierta audiencia, el problema estaba en que al ser una FM su alcance era limitado.
Finalmente conseguimos una AM con mucha penetración y buen alcance y allí estuvimos por varios años también el excelente horario de los sábados bien temprano.
Aquí logramos una gran audiencia y también nosotros maduramos lo suficiente como para hacer un programa entretenido, con buena información y varios corresponsales en diferentes pesqueros de todo el país.
Fueron buenos tiempos y la participación de los oyentes era masiva, estudiamos la posibilidad de ampliar el horario a 2 horas pero lamentablemente la radio no disponía de ese horario que todos, los oyentes y nosotros necesitábamos para que la participación fuera completa.
Incluimos sorteos de productos de pesca donados por los proveedores de la especialidad y la audiencia seguía creciendo, habilitamos una página web donde colocábamos las notas, los informes y los programas grabados, todo era muy bueno hasta que pasó lo impensado.
Los directivos de la radio nos pidieron un gran aumento por la hora semanal, cosa que era casi imposible de pagar, buscamos más publicidad pero no logramos reunirla en el tiempo que nos habían dado y nos quedamos sin programa, reemplazados por otro dedicado al campo.
Durante un tiempo Alberto buscó otras alternativas, inclusive hablamos de hacer un programa por internet, pero finalmente no se dio, ninguno estaba convencido que eso funcionara.
Las ganas decrecieron y una enfermedad de mi amigo minó sus fuerzas así que dejamos de hacer eso nos gustó tanto, nuestros días de radio se terminaron aunque la experiencia y los resultados fueron sorprendentes.
Quizás en un futuro me anime a volver, uno nunca puede saber por dónde nos conducen esas sendas pegadas al río.

Las fotografías son de mi propiedad.
Héctor Gugliermo