Conócelas y Sedúcelas 2

Imagen de portada sacada de unsplash

Continuación del capítulo 1


¿Qué queremos?

Tu qué crees, somos sus máquinas amigo, queremos lo mismo que ellos, piensa en las que nosotros hemos creado, acaso no hacen lo que queremos, no cumplen con el objetivo para el que fueron diseñadas.

Pues ahora lo sabes: nuestros objetivos en la vida son:

Supervivencia y Reproducción

Supervivencia: Artes marciales, armas, carros, medicina, búsqueda de la inmortalidad, está claro no.

Pero, ¿qué pasa con la reproducción?

Reproducción: Con el fin de aumentar su probabilidad de éxito, y sus habilidades para sobrevivir al entorno, los genes en un momento determinado optaron por una estrategia reproductiva diferente a la replicación, esta
estrategia hoy en día la conocemos como entrecruzamiento genético, o simplemente reproducción sexual, la cual ofrece entre muchas ventajas la capacidad de crear individuos totalmente distintos a sus progenitores, los cuales poseen la mitad del acervo genético de cada uno de estos últimos, es lógico pensar que algunas de estas alineaciones resultaran defectuosas , pero esas, simplemente no sobrevivían ,dando lugar a que solo las mejores poblaran nuestro planeta, nuestra especie es ejemplo de ello, pues dominamos la gran parte de la Tierra.

Así nos dividimos en sexos: masculino y femenino, cada uno, buscando buenos genes con los cuales intercalar los suyos y con las mismas metas: sobrevivir y reproducirse, pero con diferentes estrategias, y es, en este punto donde muchas personas se pierden, pues la cultura y el feminismo radical nos han querido inculcar que somos iguales, que pensamos, sentimos y actuamos de la misma forma, que nos atrae lo mismo y no es así, todos estos millones de años de supervivencia de ambos sexos utilizando cada uno sus propias estrategias y perfeccionándolas con el paso del tiempo nos han hecho diferentes, muy diferentes, es de aquí, querido lector de donde parte cualquier teoría válida sobre el conocimiento de nuestra especie y sobre las particularidades de cada sexo.

Estrategias reproductivas opuestas

Hombres: Con nosotros creo que está la cosa clara, nos atraen las mujeres bellas, con buenos cuerpos, y además nos atrae tener sexo con la mayor cantidad de mujeres atractivas que podamos.

Mujeres: Pero a ellas, que les atrae a ellas, ¿porque muchas veces el físico no les suele importar tanto?, y ¿porque no tienen esas ganas de acostarse con tantos hombres como puedan?

La respuesta a esto, como a muchas otras cosas, se encuentra en la evolución de nuestra especie, en el día a día de todos esos millones de años que vivieron nuestros antepasados.

Go back

Vamos a realizar un pequeño experimento, imagina que eres un hombre de las cavernas, con grandes brazos, un palo y pelo, mucho pelo, no hay ciudades, ni escuelas, ni hospitales, ni supermercados, ni nada por el estilo, ¿ya?

Bueno, pues lo tienes duro, tienes que cazar para poder comer, y cuidarte de los grandes carnívoros, tienes que unirte a una tribu y tratar de ocupar un lugar importante en esta para que aumenten tus posibilidades de sobrevivir, además de tener batallas con otras tribus o entre miembros de la tuya por comida, espacio, o por cavernicolitas guapas, es duro verdad, pero si así lo sientes tú, imagínate ellas que tienen menos fortaleza física que nosotros, ¿ellas que hacían?

Pues ellas intentaban buscar la forma de que nosotros garantizáramos su supervivencia.
Y así pasó el tiempo, nosotros nos volvimos expertos en estas cosas: cazar, pescar, luchar, y hemos desarrollado un gusto innato por el riesgo, los deportes, la competencia, el éxito, y un deseo candente de poseer abundancia de recursos y parejas sexuales.

Ellas, en cambio, se han vuelto expertas en seducirnos, manipularnos, en desarrollar un gusto hacia las relaciones de pareja y el amor, además de intentar verse cada vez más bonitas y saludables para así asegurar su supervivencia. Aclaro que solo narro los hechos históricos demostrados de forma científica, amo a las mujeres como pocos hombres y soy muy consciente de que hoy en día cualquier mujer es capaz de valerse por sí sola ante el mundo, todas las madres solteras que conozco lo demuestran, dicho esto, continuamos.

Pero, ¿porque ellas no desean tanto el sexo como nosotros?, -error-, ellas lo desean aún más que nosotros, de hecho, lo disfrutan más, pero se juegan mucho más que nosotros, te explico.

¿Cuántos hijos puede tener un hombre?

Pues casi tantos como quiera y sin tener consecuencia alguna. Sin embargo, una mujer solo puede tener a lo máximo entre 35 y 40 hijos, y cada uno de estos para ella significa 9 meses de debilidad, en los que lo mejor era tener alguien que te cuidara de los peligros. Tienen unos cuantos cartuchos solamente y tienen que asegurarse que las protegen en cada uno de ellos pues su supervivencia está en juego, claro que no van a gastarlos con cualquiera, así que optan por ser selectivas.

Ya puedes salir de la selva amigo.

¿Pero Kike, en esta época hay anticonceptivos no?

Si claro, pero los genes no se han enterado de eso, como no se han enterado tampoco de muchas otras cosas, piénsalo, hace cuánto hay anticonceptivos y todas las maravillas modernas que conocemos hoy en día. Mucho, dirán algunos. Pocos, diría yo, comparado con todos los millones y millones de años desde que surgieron los genes hasta ahora, los años de civilización son como un poquito de arena en una playa enorme. Ellos no se han enterado, falta mucho para que lo hagan, y hasta que eso pase nuestras mentes inconscientes seguirán como si viviéramos en el paleolítico.

Sin embargo, creo profundamente que el éxito humano recae en escoger bien esas cosas que nos limitan y que hoy en día no cumplen objetivo alguno y cambiarlas para nuestro bienestar.

Ejemplos:

  • Comer verduras: hubo un tiempo en el que había grandes heladas y lo inteligente era comer un buen filete de jabalí para sobrevivir al invierno, pero hoy en día nos atiborramos sin objetivo alguno y a un gran coste a nuestra salud, de grasa o de alimentos artificiales, que las compañías han manipulado químicamente para que nos parezcan apetecibles.

  • El miedo a hablar con desconocidas, si, en aquel entonces era más que probable que algún líder de la tribu te abriera la cabeza en dos, pero hoy en día, es poco probable que pase, así que trabaja en el objetivo de no ponerte nervioso al hablar con mujeres atractivas, o al menos oblígate a hacerlo para que poco a poco te acostumbres y veas que no pasa nada.

  • O esa chica que se siente tan mal luego de tener sexo con un hombre y no saber más de él, nena entiende de una vez, que, si te cuidas, no quedas embarazada, y que si así fuera, ya no te va a comer ningún tigre cuando estés indefensa.

Recapitulando:

Hemos visto:

  • Que los genes no se han enterado aun de los avances tecnológicos

  • Que las mujeres se jugaban mucho más que nosotros con el sexo y por eso
    su estrategia reproductiva es mucho más selectiva y monógama

  • Que cada sexo tiene peculiaridades y que por tanto, somos muy diferentes

Pero no hemos respondido aun a la gran pregunta...

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