Pront: Tim Foil Hat.
There was a group of children who lived in a small neighborhood. They always met at the house of Pedro, the most creative and dreamy child of them all. There, they entertained themselves by hanging out with different games.
One day, while they were playing in Pedro's living room, they started talking about the movie "The Wizard of Oz". Each of the children shared what their favorite character was and began to imagine what it would be like to play them in a play.
Pedro proposed the idea of doing a play with the characters from "The Wizard of Oz". The other children were instantly excited and began to plan the staging. They decided that each one would be in charge of writing their part of the script and creating their own costumes.
The next few days were filled with exciting meetings at Pedro's house. The children would gather in the living room, each with their script in hand and putting all their effort into creating the best possible scenes. Pedro became the Tin Man.
With great dedication, Pedro built a huge hat out of aluminum foil to complement his costume. He spent hours folding and molding the paper until it was perfect. When he was finished, he was so happy with his creation that he couldn't wait to show it off to everyone.
Finally, the day of the performance in the garden of Pedro's house arrived. Parents and friends of the children gathered eagerly to admire the work of their little artists. The stage was set and the children were ready to perform.
The play began and each of the children excelled in their role. Parents applauded and laughed at the antics of their little actors. However, when the Tin Man appeared on stage with his tin foil hat, everyone was impressed.
Peter's hat was so big and shiny that it glistened in the sun. He looked like a real tin man right out of the movie. Parents whispered among themselves and the children's friends couldn't stop smiling.
At the end of the show, everyone approached the children and especially Pedro to congratulate him on his spectacular hat. They were in awe of his creativity and craftsmanship. Pedro felt like the happiest kid in the world when he saw the joy he had generated with his tin foil hat.
Thank you for reading me.
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5 Minutos de Escritura Libre: La obra de teatro de Pedro. Texto original.
Indicación: Sombrero de Papel de Aluminio.
Había un grupo de niños que vivían en un pequeño vecindario. Ellos siempre se reunían en la casa de Pedro, el niño más creativo y soñador de todos. Allí, se entretenían pasando el rato con diferentes juegos.
Un día, mientras estaban jugando en la sala de Pedro, comenzaron a hablar sobre la película "El Mago de Oz". Cada uno de los niños compartió cuál era su personaje favorito y empezaron a imaginar cómo sería interpretarlos en una obra de teatro.
Pedro propuso la idea de hacer una obra de teatro con los personajes de "El Mago de Oz". Los demás niños se emocionaron al instante y empezaron a planear la puesta en escena. Decidieron que cada uno se encargaría de escribir su parte del guion y crear sus propios disfraces.
Los días siguientes estuvieron llenos de emocionantes encuentros en casa de Pedro. Los niños se reunían en la sala, cada uno con su guion en mano y poniendo todo su esfuerzo en crear las mejores escenas posibles. Pedro se convirtió en el Hombre de Hojalata.
Con gran dedicación, Pedro construyó un enorme sombrero de papel de aluminio para complementar su disfraz. Pasó horas doblando y moldeando el papel hasta que quedó perfecto. Cuando terminó, estaba tan feliz con su creación que no podía esperar para mostrarlo a todos.
Finalmente, llegó el día de la función en el jardín de la casa de Pedro. Los padres y amigos de los niños se reunieron ansiosos por admirar el trabajo de sus pequeños artistas. El escenario estaba listo y los niños estaban listos para hacer su obra.
La obra comenzó y cada uno de los niños se lució en su papel. Los padres aplaudían y reían ante las ocurrencias de sus pequeños actores. Sin embargo, cuando el Hombre de Hojalata apareció en escena con su sombrero de papel de aluminio, todos quedaron impresionados.
El sombrero de Pedro era tan grande y reluciente que brillaba bajo el sol. Parecía un verdadero hombre de hojalata salido de la película. Los padres murmuraban entre ellos y los amigos de los niños no podían dejar de sonreír.
Al finalizar la función, todos los asistentes se acercaron a los niños y en especial a Pedro para felicitarlo por su espectacular sombrero. Estaban maravillados por su creatividad y habilidad manual. Pedro se sentía el niño más feliz del mundo al ver la alegría que había generado con su sombrero de papel de aluminio.
Muchas Gracias por leerme.
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