Entre dulces sentimientos el alma se viste de adolescencia,
esa que en nosotros deja los recuerdos de momentos especiales
que se convierten en las más bonitas sonrisas de tu esencia.
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Dulce candor de aquellos días,
en que el alma de poesía se vestía.
Adornada con la timidez de la adolescencia,
pintada de tenues colores,
entre luces brillantes y los albores,
de un nuevo día que siempre al alma embelesa.
Te vi pasar aquella tarde
con tu larga cabellera y tu uniforme escolar,
entre lazos y ese aroma tan tuyo,
de dulces rosas que siempre me lograba cautivar.
Eran días dulces, tenues y maravillosos,
entre la inocencia y el candor impetuoso,
atrás iba quedando el pudor
de aquellos sueños en que tú,
eras la bella protagonista
y yo tu fiel servidor.
Días de liceo, miradas a escondidas.
Agarrados de la mano ya íbamos
de aquella forma tan furtiva.
Furtiva desde el alma,
pero revelada en los sentimientos,
esos que dulcemente se iban tejiendo
en cada mirada y en cada momento.
Dulce y bendito calor de mi alma,
mis labios quieren besarte y no me atrevo.
Dulce rosa de pétalos hermosos,
con tu cutis terso y tembloroso,
tu mirada dice que sì y cuánto me amas,
aunque al mundo no puedas gritarlo
y asì me lo reclamas.
En un beso cándido, cálido, tremulo y largo,
se juntan nuestros labios ya nerviosos.
Nos perdemos en este dulce sentimiento,
más nada importa. Somos tú y yo, ya solos,
unidos en alma y beso,
aquel beso por siempre candoroso.
Soñado, anhelado, y que ya ha llegado,
dulces labios de mi rosa,
dulce, bella y por siempre glamorosa.
Más nada importa, feliz soy,
y si me quitan la vida no por serlo,
con tu dulce miel me despido
mostrándote así mi adiós.
Adiós sin querer decirlo
pero lleno, de tus dulces besos
y de ese inmenso candor.
La vida se me va en un beso, dulce beso de tus labios.
Aquí me despido, amor
Esta es mi entrada al Concurso de Poesía Lírica,
auspiciado por el profesor @felixgarciap, en su edición #66
Gracias por tomarse un tiempo para esta lectura
