Esteemitas, dejo para la bondad de sus lecturas mi participación en el Concurso de Microrrelatos de Ciencia Ficción #MicroCiFi256 - Semana 8 - El portal, organizado por @trenZ.
Ha sido un ejercicio duro. Espero que les guste el resultado.
Los campos de ayer
Por marzo apareció la puerta, flotando a un palmo del suelo, en el campo de acelgas del templo. Apenas un agujero cruzado por fogonazos. Los ancianos prohibieron a novicios y pobladores acercarnos. Trazaron círculos de sal, cantaron profecías, colgaron talismanes en las tranqueras del campo. Ordenaron un ayuno feroz para conjurarlo.
La puerta sigue allí, zumbando, y nuestro miedo se volvió costumbre.
Comenzamos a soñar poco después de que Kabil cruzó la puerta.
Esa tarde, me enviaron a buscar acelgas para cenar. La puerta zumbaba, pertinaz.
Entonces vi acercarse a Kabil. Aún de lejos, le distinguí los ojos: dos ascuas bailarinas colgando de su cara pálida. Corría, rápido como liebre, canijo, desordenado, amujerado. Huía de los palos de los hermanos Atel.
Kabil estaba corrompido, y corrompía. Todos lo saben.
Cuando lindó, le arrié una patada.
Viéndose acorralado, se lanzó derecho al agujero. Y desapareció.
Poco después comenzamos a soñar con el mundo detrás de la puerta: campos repletos de fruta, como los nuestros, los cabritos del Prior, máquinas voladoras… Cada noche. Apenas dormíamos; éramos puro cansancio: no podíamos arar, ni llevar ganado, nada.
Entonces, nuestra tierra enfermó. Nuestras cosechas y animales fueron desapareciendo.
En todos nuestros sueños está Kabil.
Gordo. Feliz. Abraza a otro muchacho.
Nadie le pega bofetones ni se asombra. Allá tienen esas máquinas voladoras, casas en el cielo, los cabritos del Prior, nuestro ganado, nuestros campos. Todo lo nuestro está ahora allá.
Creo que Kabil nos olvidó. Lo vemos siempre, bien comido, mientras añoramos los campos de ayer.
Este concurso, que ya es una referencia sólida en la comunidad hispanohablante de Steemit, alterna los géneros de su convocatoria entre los géneros de Ciencia Ficción y Terror. Vale la pena la experiencia de participar.