¿Qué sucedió en ese viejo muelle?, ¿dónde quedaron sus grandes huéspedes?, ¿cuál es el misterio que se envuelve tras esa vieja caparazón oxidada y hedionda a metal? Las aguas estancadas han cambiado su color, no existe ni el reflejo de lo que antes era una hermosa balandra, el salitre la sigue debilitando, parece despedazarla poco a poco. El cielo se ha tornado gris, las nubes cargadas de aguas pronto las harán estallar. La triste balandra continúa sumergida en el pánico, busca el mejor refugio. La tan esperada tormenta que revelará el misterio está por llegar. Espero resista, hazte fuerte, no te debilites, que nada te ofusque, que nada te disloque querida balandra.

¿¡Dónde quedó sumergida la balandra!?