Oscar llegó al puerto con todo lo que tenía en una pequeña maleta de madera. Sabía que al momento de subir al barco ya no regresaría a ese lugar que tanto le había dado y quitado.

El barco partió y Oscar desde la baranda de la popa dejaba correr las lágrimas amargas y veía como se quedaba atrás el recuerdo de la familia que tuvo un día y que perdió uno a uno por la maldita peste que invadió la aldea.

Sería camarero en el gran salón. Todos sus antepasados habían pertenecido a la marina, en tareas diferentes pero siempre relacionadas con el mar y los barcos. Oscar sabía todo lo referente al mar, pero había dejado ese mundo para dedicarlo a su familia.

El bullicio de gente le parecía ensordecedor. Risas de las damas de elegantes vestidos, los caballeros hablando y fumando de sus pipas, los niños corriendo y gritando. Todo esto era aborrecible para Oscar.

Después de servir el postre de la cena, los camareros recogieron la mesa y echaron a la suerte quién limpiaría esa noche el gran salón. El absorvente más corto le indicó a Oscar que pasaría, posiblemente, toda la noche ocupado.

Sin prisa, fue por sus utensilios. Pronto se vio solo en el salón. Mientras trapeaba la madera sintió una presencia. Volteó rápidamente y no encontró nada.

Por el rabillo del ojo divisó una sombra, pensó que era un compañero pero a donde veía todo estaba vacío. No le dio tiempo a preocuparse, cuando sintió una mano que oprimia sus gritos y otra que le abría sus ojos.

Estaba paralizado viendo como las sombras se apoderaban del salón. Bailaban y andaban mientras Oscar se sentía oprimido, no podía hablar ni tampoco respirar, sintió un temor de muerte recorrer su piel mientras la sombra apretaba fuertemente su garganta.

Se desplomó al suelo y cuando cayó las sombras desaparecieron.

Al día siguiente la tripulación encontró el cuerpo de oscar sin vida en el salón junto a un cuchillo. Mientras Oscar sigue limpiando una y otra vez las maderas del piso del gran salón .

Fin

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Oscar's infinite horizon

Oscar arrived at the port with everything he had in a small wooden suitcase. He knew that the moment he boarded the ship he would no longer return to the place that had given and taken so much from him.

The boat left and Oscar, from the stern railing, let bitter tears flow and watched as the memory of the family he had once had and lost one by one to the cursed plague that invaded the village was left behind.

He would be a waiter in the great hall. All his ancestors had belonged to the navy, in different jobs but always related to the sea and ships. Oscar knew all about the sea, but he had left that world to devote himself to his family.

The hustle and bustle of people seemed deafening. Laughter from ladies in elegant dresses, gentlemen talking and smoking their pipes, children running and shouting. All this was abhorrent to Oscar.

After serving the dinner dessert, the waiters cleared the table and cast lots to see who would clean the great hall that night. The shorter absorbent indicated to Oscar that he would spend, possibly, the whole evening busy.

Unhurriedly, he went to get his utensils. Soon he found himself alone in the hall. As he mopped the wood he felt a presence. He turned quickly and found nothing.

Out of the corner of his eye he saw a shadow, he thought it was a companion, but as far as he could see everything was empty. He didn't have time to worry, when he felt a hand squeezing his screams and another one opening his eyes.

He stood transfixed as he watched the shadows take over the room. They danced and paced as Oscar felt oppressed, he couldn't speak and he couldn't breathe, he felt a fear of death run through his skin as the shadow squeezed his throat tightly.

He collapsed to the ground and when he fell the shadows disappeared.

The next day the crew found Oscar's lifeless body in the lounge next to a knife. While Oscar continues to wipe the floorboards of the great hall over and over again.