Que salga , que salga?
Si, que salga ese niño interno de cada uno sin miedo a nada, sin miedo al fracaso.
Aprovechando la iniciativa de @miriannalis en su publicación SER COMO NIÑOS quise aportar mi grano de arena.
Realmente a veces quisiera como un niño que no le tiene miedo a nada, que ama con locura e inocencia pero con la prudencia de un adulto, ya que los niños son inocentes y tan autenticos que dicen la verdad sin anestesia.
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Ser adulto es entender que a pesar de hacer un berrinche en la cama porque no te quieres levantar pues te levantas y vas a trabajar.
Volver a ser niños es querer que nos arrullen en esos momentos que necesitamos candor, que necesitamos escucha y una mano amiga.
Ser adulto es zapatear y sacudirse por aquello que no nos salio bien, tal vez lanzar lo que tengamos a la mano al piso.
Se nos sale ese niño interno cuando saboreamos aquel helado o cuando comemos esa torta que tanto nos gusta, que nos hace viajar y recordar esos momentos de fiestas infantiles, de paseos en familia.
No te trato más, ya no eres mi amigo
A quien no le gustaría decir esta frase sin culpa, pero la madurez y la adultez nos ha ido enseñando la prudencia y obviamente las relaciones diplomaticas que hay que tener en la vida adulta.
¿Que me trajiste?
A veces nos gustaría esperar con la ilusión con la que espera un niño a sus padres cuando vuelven del trabajo, ese brillo unico y felicidad que no reconoce ni espera un no.
A veces como adultos nos permitimos que salga nuestro niño interno y dejamos que llore desconsoladamente, a sabiendas que no nos calmara un caramelo que ya no dependemos de nadie que somos nosotros mismos lo que nos tenemos que decir seca las lagrimasy sigue adelante.
En una oportunidad de mi vida tuve la dicha de hacer un taller llamado " El Secreto" basado en el libro llamado " El Secreto" del autor Rhonda Byrne que habla aceca de como promover la Ley de la Atracción para llevar una vida plena , feliz, estable financieramente y economiamente. El taller era un ejercicio práctico basado en como promover la Ley de la Atracción, donde el objetivo principal es centrarse en las cosas positivas y no las cosas negativas.
Este ejercicio me conectó con mi niña interna, me hizo soñar, me hizo volver a tener ilusiones, aparte que uno de los ejercicios era tomar revistas y recorta las cosas que desearamos para hacer un mapa de los sueños, meme senti colegial recuerdo que recorte un avion y la palabra viaje, recorte la palabra salud , recorte varias letras que componian la palabra familia, sin duda ese fue un día magico entre revistas, almohadones para hacer ejercicios de concentración y meditación pudimos mover esas buenas energías hacia nosotros.
Ser adulto no debería alejarnos de ese niño interno, SEAMOS COMO NIÑOS soñadores e ilusos pero con la madurez de callar en el momento que lo amerite, que amemos con la emocion y la autenticidad que ama un niño, pero con la madurez de alejarnos de lo que nos hace daño, que sigamos disfrutando cada baño bajo la lluvia, que miremos con grandeza las cosas simples que nos hacen feliz.
Let it come out, let it come out?
Yes, let that inner child come out, without fear of anything, without fear of failure.
Taking advantage of the initiative of @miriannalis in his publication BE LIKE KIDS I wanted to contribute my grain of sand.
Sometimes I would really like to be like a child who is not afraid of anything, who loves with madness and innocence but with the prudence of an adult, because children are innocent and so authentic that they tell the truth without anesthesia.
To be an adult is to understand that in spite of throwing a tantrum in bed because you don't want to get up, you get up and go to work.
To be children again is to want to be lulled in those moments when we need candor, when we need a listening ear and a helping hand.
To be an adult is to stomp your feet and shake for what did not go well, maybe to throw whatever we have at hand to the floor.
That inner child comes out of us when we savor that ice cream or when we eat that cake that we like so much, that makes us travel and remember those moments of children's parties, of family outings.
I don't treat you anymore, you are no longer my friend.
Who would not like to say this phrase without guilt, but maturity and adulthood has taught us prudence and obviously the diplomatic relations that we must have in adult life.
Sometimes we would like to wait with the enthusiasm with which a child waits for his parents when they return from work, that unique brightness and happiness that he does not recognize or expect no.
Sometimes as adults we allow our inner child to come out and we let it cry inconsolably, knowing that a piece of candy will not calm us down, that we no longer depend on anyone, that we are ourselves, what we have to say dry the tears and move on.
On one occasion in my life I had the joy of doing a workshop called "The Secret" based on the book called "The Secret" by the author Rhonda Byrne that talks about how to promote the Law of Attraction to lead a full, happy, financially and economically stable life. The workshop was a practical exercise based on how to promote the Law of Attraction , where the main objective is to focus on the positive things and not the negative things . .
This exercise connected me with my inner child, it made me dream, it made me have hopes again, apart from that one of the exercises was to take magazines and cut out the things we wanted to make a map of dreams, I felt like a schoolboy I remember cutting out a plane and the word trip, cutting out the word health, cutting out several letters that made up the word family, without a doubt that was a magical day between magazines, cushions to do concentration and meditation exercises we were able to move those good energies towards us. < / code >
Being an adult should not take us away from that inner child, LET'S BE LIKE CHILDREN, dreamers and delusional but with the maturity to keep quiet at the moment that warrants it, that we love with the emotion and authenticity that a child loves, but with the maturity to get away from what hurts us, that we continue to enjoy every bath in the rain, that we look with greatness at the simple things that make us happy.
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