
Mi ideal de mujer,
los hombres matarían por tenerte,
curvas estéticas
simpática y modesta.
Inocente, así muchos te describen
pero yo conozco...
esa otra parte de tí
que ocultas detrás de esa cara de ángel;
puñal en mano
que intentas penetrar.
Niña mimada,
acostumbrada a que se le complazca,
me dejé llevar por tu mirada,
me puse firme y fuerte
pero con recaídas... No lo niego.
La lucha constante
por no caer
por no ceder,
pero tus acciones diarias
de malcriada
me dan bofetadas
que hace que mi corazón
le diera la razón a mi juicio.
No pude esperar a que cambiaras,
pero al final nadie tiene la culpa.
Espero encuentres aquel que no soy yo,
que entre tus berrinches te vea más bella;
con kilómetros de paciencia,
la cual no poseo.