
que buscan la carne,
con prisa acarician
sumidas en trance.
La furia desatan
la angustia me invade,
feroces rasguñan
y rompen la carne.
Mis piernas sangrantes
heridas que arden,
humedad en mis manos
alivio al instante.

la culpa me invade,
reclamos, reproches
y miedo constante,
mis piernas heridas
mis manos errantes,
placeres y culpas
ciclo interminable.
Perpleja, cansada
aturdida yace,
la escena del crimen
soy yo la culpable.
que rascan
que aruñan
que escarban las pieles
que hunden sus uñas
que cortan
que rompen
que no se detienen
que en su ansiedad
la piel ya me hieren.
La Dermatilomania está caracterizado por ser un trastorno del control de impulsos que consiste en el impulso recurrente por excoriar, pellizcar o rascarse la piel, provocando lesiones en la misma. Esta conducta es precedida por episodios de gran estrés o ansiedad en el sujeto, quién siente la necesidad de tomar, morder o rasguñar alguna parte del cuerpo, siendo más frecuente los brazos, piernas, pecho y rostro.
La acción de rascarse o pellizcarse la piel puede ocasionar grandes y graves lesiones en distintas capas de la piel y pese a que la persona es consciente de lo que está haciendo, se siente incapaz de parar hasta sentir dolor, llegando incluso a provocarse hemorragias.

Las Imágenes fueron extraídas de unsplash y pertenecen a ian dooley
Posterior al hecho, las personas tienen a sentirse culpables y avergonzados por el daño que se han ocasionado. Esta conducta puede durar varias horas o ser de carácter ritual siendo más frecuente antes de acostarse.
Por lo general se produce en personas de 30 a 50 años, aunque los jóvenes no están exentos a padecerla. Estas personas suelen tener rasgos de personalidad muy rígidos y obsesivos, tienen dificultad para hablar sobre sus problemas o sus emociones, son inseguras, agresivas y tienen tendencia a la depresión y suicidio.

A lo largo de mi vida he tenido problemas de ansiedad, algunas veces no puedo manejar el estrés y se me hace difícil lidiar con las emociones, llegando al punto que no puedo identificarlas o expresarlas. A raíz de ciertos problemas en mi vida he tenido también ataques de pánico, donde he sentido que voy a morirme. Cuando hacia mi tesis de grado me di cuenta que había comenzado a rascarme la piel compulsivamente, incluso cuando dormía, la cosa se ponía peor cuando veía lo que había hecho. Sentía asco, vergüenza, miedo y odio por mí misma al no poder controlar mi cuerpo, siempre me prometía no hacerlo de nuevo, pero ese ciclo no tenía fin.
Cuando finalmente fui consciente de la gravedad del problema fue que pude parar, aunque a veces vuelve a suceder. Hace unas semanas, luego de un ataque de ansiedad- En el que no pude evitar rascarme- escribí esto y hoy al leer al respecto no puede evitar sentirme ansiosa, triste y avergonzada de nuevo.
La ansiedad afecta a gran parte de la población, algunos se rascan, se arrancan el cabello, también hay quienes recurren a los vicios o simplemente se encierran en sí mismo al no saber lidiar con el problema, incluso hay quienes se quitan la vida. Pero nadie habla de ello.
