Una de las cosas que más suelen gustar del verano son esos largos y preciosos atardeceres de los que podemos disfrutar día tras día. Atardeceres con una gama de colores espectaculares que ni las mejores cámaras con capaces de captar.
Esos naranjas mezclados con esos azules del cielo claro y despejado, esos verdes de las plantas que vienen de una primavera en la que sacaron todo su esplendor.
Atardeceres de verano, todavía tenemos muchos de ellos por delante hasta que asome el otoño y nos brinde otra gama de colores.