
Como lo pueden ver la mistela tiene muchos nombres, es un trago típico artesanal de la tierra andina, un licor dulce a base de frutas pero que también se prepara solo con hiervas y miche claro.
Desde pequeña siempre escuché hablar a mis padres y abuelos de la mistela, de su preparación, de cual era la mejor y hasta escuché decir que si Juana la hacia mejor que Emiliana.


Y es que en los Andes es una tradición beber este trago en todo momento, cuando da a luz una mujer le dan mistela caliente, o los llamados miaos, dicen que es muy bueno para que la parida bote todo lo malo que le quedó por dentro. Pero los miaos también se le daban a las visitas del bebé.

No hay fiesta en que no se beba la mistela, en casa mi mamá es la experta, ella las hace de varios sabores y particularmente me encanta la de parchita, mora y piña.
En la actualidad se hizo más comercial por la situación en la que nos encontramos en mi país, sabores como limón, durazno, fresa atraen mucho el paladar de la gente y en verdad son muy sabrosas.



Escoger unas piñas en buen estado, que se vean maduras, es muy importante, ya que de eso depende que obtengamos un buen resultado, las pelamos, le quitamos los ojitos negros que le han quedado y la picamos en cuadritos.

El segundo paso a seguir es licuar y colar muy bien la mezcla.

A continuación ponemos al fuego y agregamos el azúcar. Cocinamos a fuego medio hasta que reduzca a la mitad. En esta elaboración utilicé 2 piñas medianas y una taza de azúcar, ya que a mi no me gusta que la mistela quede tan dulce.


A continuación les dejo el vídeo para que vean una demostración del momento de la mezcla del miche con el melado que hicimos del jugo de la piña, yo le agregué una taza de miche nada más, ya que no quería que quedara tan fuerte.


Espero que les haya gustado el trabajo que realicé en este día, cualquier duda o consulta estamos a la orden, me pueden contactar por Discord, o dejar su dudas en los comentarios.
