Cuando tenía 9 años fantaseaba mucho con tener un hogar, en mi imaginación era como la canción de mujer florero, pero cuando llegaron mis 12 años, mi forma de ver a esa mujer ideal cambió radicalmente en un sólo instante y a partir de ese momento siempre dije que deseaba tener 40, era un sueño y sigue siendo un sueño tener canas, no le temo a la vejez, al contrario me parece maravillosa. Aunque mi genética me traiciona. (risas)-
Mis amigos me decían que estaba demente por querer algo así, 40 años y me puse mis metas, llegaron las ilusiones, los sueños, toda mi vida giro en torno a ese número.
A los 12 me dí cuenta la importancia de una mujer empoderada de 40 años, sentí su lado imponente, como atraía miradas, sentía su trato hacia ella, eran mi modelo a seguir, me encantaba observarlas, hablarle, aprender de ellas, sus conocimientos, su manera de ver la vida, toda mi vida me buscaba amigas grandes, sólo para poder escuchar su cuentos, pero para mi edad no estaba permitido, lo lograba con las amigas de mi madre, siempre tan silenciosa escuchaba las conversaciones.
Cuando logre tener 18 con mi cara de 15 años o 13, se reían de mi y no por mal, sino que le parecía cuchi que yo quisiera entrar en su circulo social, la mayor parte del tiempo no lo lograba, pero cuando lo hacía, se sorprendían mucho, mas de una vez me toco ser la bebe y la adulta del grupo al mismo tiempo, creo que por eso no tengo el hábito de tomar, debía cuidar a mis amigas.
Lo que mas me gustaba de ellas, es que no andaban con rodeos, agradezco lo frontales que eran, (risas), no puedes ir porque voy a a tirar/ligar y cosas así por el estilo; a mi me tocaba tener un puchero. (Confieso que hoy en día extraño ese tipo de sinceridad tan transparente).
Estar con ellas me hizo entender muchas cosas a temprana edad y una de ellas es el valor del trabajo, crecí con ellas, por eso cuando cumplí mis metas de 40 a los 38 años fue gratificante, pero un año más tarde aunque todo mi logro se vino abajo, estoy empezando desde cero, también hizo darme cuenta que no me había proyectado más de ahí y eso estaba mal...
Ahora tengo 40 y nunca me he proyectado teniendo 50 o 60 años. Pensaba que al tener 40 ya no viviría más, pero no es así, sigo viva y la vida sigue, no se si me veo o proyecto eso que yo veía de mis amigas mayores, a veces sí creo, porque con mis amigas chiquitas le ví esa carita de ilusión que me recuerdarón a mi.
No pise una iglesia, para sentirme divorciada del único hombre que realmente amé, no me tuvo paciencia, no me comprendió pero pase muchos años y literalmente una década con ese guayabo. Después de él no tuve más novios y hoy en día pienso lo mismo, no lo comprendí, ni le tuve paciencia, no lo extraño, ni lo anhelo, me alegra que tenga su vida pero mi vida cambió después que él se fue y aunque he estado con otros chicos, mi verdadero amor es el trabajo, mi independencia es lo que me define y lo que soy hoy en día.
Cuando te dedicas tanto a tu trabajo, la soledad pasa a ser un estilo de vida, aunque compartes con tus amigas y amigos, las aventura van y vienen, nunca he estado en una larga relación y no es que no quiera una relación larga, no entienden mi adicción al trabajo, solo sé que el amor es libre.
Tengo 40 y sigo trabajando para cumplir mis nuevas expectativas, tal vez ande entre las sombras, no me gusta ser pública pero en esta época debes hacerlo y ahora entro en las estadísticas de las viejas solteronas con mascotas, la verdad, disculpen pero lo pienso y me da mucha risa, en el fondo no es lo mío, siento que me quitara mi independencia pero fue algo así como me voy y para que no te sientas sola: te regalo un gato.
No le temo la soledad, mi trabajo me ha hecho muy solitaria, me encanta la soledad, la disfruto mucho, pero ahora tengo esta criatura de Dios. Pienso que no hacía falta el regalo.
Sólo sé que tengo 40, con nuevos proyectos, con nuevas metas que cumplir en un país que no te deja vivir. Nunca imagine que llegaría a tener 40, pero aquí estoy, en mi edad soñada, sin tabúes, o complejos, guerreando y con todos mis tropiezos y caídas, hasta escuchar que no lo lograrás, voy con la dirección bien fijada, se lo que deseo y para donde voy, tengo nuevo norte y no me cansaré hasta decir que lo logré, bueno así somos la que tenemos 40 y asi soy yo:
Un ave fénix con temple de dragón de fuego.
Sin más, un fuerte abrazo a todas esas mujeres que estamos en los 40 y en las que están en vía de...
Les digo que lo bueno viene después de los 40, eso me lo afirmarán las empoderadas de los 50 y 60 años. Gracias por todo su aprendizaje.

Fuente de mi Blog
Fuente Foto 1 Google
Fuente Foto 2 Google
Fuente Foto 3 Google
Lo más reciente:
Poema: Eso
Poema: Tú
Musa mía, amor mío...
II Capítulo: Ella
Poema sin título
I Capítulo: Ella
Otras lecturas:
Gracias Discord
Conversaciones con Martha
La despedida o la no despedida
Instantes
Agradecida a todas las comunidades por su constante apoyo a nuestra familia hispana.
Espero que le haya gustado.
Gracias por visitarme/leerme.
Hasta la próxima.
@CathyHaack