Este mes de marzo resulta propicio para visibilizar la obra de grandes escritoras, como es el caso de la novelista norteamericana Carson Mac Cullers.
Sus novelas se desarrollan todas en el sur, una región de Estados Unidos característica por poseer una cultura muy definida, marcada por la esclavitud, las siembras, peculiaridades alimenticias derivadas de los cultivos frutales, y el peso de haber perdido la guerra civil contra el norte.
Pero las de esta escritora son historias poco comunes, de la intrahistoria como diría Unamuno, sobre personajes solitarios y heridos, que han vivido situaciones trágicas y dolorosas, pero que sin embargo se relacionan con una humanidad lacerada y honda con sus semejantes.
Brilla en esta narrativa una poesía profunda y musical, como los sonidos de un instrumento callado pero a un mismo tiempo lleno de resonancias, porque así es el lenguaje de esta novelista.
Algunas de sus obras han sido llevadas al cine, como "Reflejos en un ojo dorado", protagonizada por Elizabeth Taylor. Pero "La balada del café triste", "El corazón es un cazador solitario", y "el Reloj sin manecillas", son otros de sus grandes libros, a través de los cuales nos sumergimos en un sur desencantado, profundo y rico.
Los invito a conocer una de las grandes voces del siglo XX. Estos sugerentes títulos no son más que la punta de iceberg de una narrativa compleja, pero a la vez mágica, sus páginas nos van impregnando de las vidas de unos personajes con los que nos compenetramos y acercamos profundamente, se trata de lecturas absorbentes que te dejan al final con un buen sabor de boca, así como con la experiencia de haberte adentrado en una dimensión de la realidad que aunque estaba ahí muy cerca, nunca la habías visto, nunca te habías percatado de su existencia y ser.
Les dejo una imagen del atardecer en el campo, que siempre me sugiere la idea de ese sur vasto y cultivado.