Sin duda, durante nuestro aprendizaje y el descubrimiento de todo aquello que nos rodea, lo prohibido genera algo especial en nosotros, sentirnos atraídos por aquello que no está permitido pareciera ser bastante sublime. Es curioso, pero aquello que nos prohiben genera mayor atracción. Lo hemos vivido desde niño, lo que privan se reviste de un aura irresistible de atracción.
Por naturaleza desagrada que nos impidan algo, nos gusta explorar, descubrir y percibir con nuestra propia piel las cosas que nos llama la atención. La curiosidad se hace cada vez más fuerte en la medida que exista la prohibición, se vuelve irresistible, con ansias de conocer más a fondo lo desconocido. Esa espontaneidad por dejar clara la curiosidad es simplemente un síntoma por alcanzar una especie de libertad. No queremos, ni deseamos vivir arrastrando algo pendiente.
Y a tí, ¿han llegado a prohibirte algo? Estas fronteras de las que no podemos pasar empiezan desde que éramos niños experimentándolo con nuestros padres, luego al crecer con la moral y las buenas costumbres. La sociedad posteriormente va incorporando más líneas de división a nuestro camino. Tenemos una particularidad como seres humanos y es la de querer expandir cada vez más nuestro horizonte, constantemente nos empujamos a vivir lo desconocido y asumir la consecuencias desde el “yo”. La vida es elegir, vivimos eligiendo. Somos los protagonistas de todas las actividades que ejecutamos, repetirlas, disfrutarlas o abandonarlas solo se deriva de la decisión propia. De lo contrario, ¿cómo ganas la batalla a una tentación? Yo creo que dejándose arrastrar por ella, ¿cómo la ganarías tú?
Contento que hayas podido leer mis líneas. Estoy muy agradecido, espero te hayan gustado... un cartel poético más, de los presentados en mis funerales oxidados.

Luna Prohibida
Percibiré la belleza, la luz y la sombra
que ilumina la grandeza.
Tu nocturna salida,
un silencio, un misterio...
¡tu secreto!
Sentiré el dolor, una blanca mirada
de cristal que fluye de tu corazón.
El silencio y la luz nos separa,
nos separa...
¿perderé?