Actualmente, me estoy quedando en Mérida por los estudios y quise demostrar unos cuadros de la querida Muñe, que es una gran abuelita muy tierna y divertida. Todas tiene historias muy sencillas y una gran variedad de colores que mostraré a continuación...
El árbol rosado
Antes de tomar fotos de este cuadro, me puse a observar los trazos y el degradado de los colores. En los tiempos de antes se utilizaba mucho esa técnica para crear un aspecto más artístico donde se notara la diferencia de otros cuadros. El árbol rosado fue hecho con paciencia y obtuvo un valor sentimental a la dueña, es decir, Muñe, en mi opinión me gusta el tono rosado de las hojas y como reflejó el agua para hacerlo más realista.
La vida verde
¿Ven lo hermosamente laborado de este cuadro? Majestuoso, mi favorito desde que lo ví. Los trazos, la utilización de colores, la historia, todo, el relato dice que una chica trabajadora siempre caminaba por esas calles de Mérida, no faltaba un día que ella pasara en frente del gran pintor José para que él la observara con detenimiento, como regalo de su ardúo labor de campesina, le hizo una pintura reflejada hacia ella. ¿Hermoso no?
Azul como el mar
El juego de los azules desde lo oscuro a lo claro me da esa sensación del frío de Mérida, no es de mis favoritos pero Muñe ama este cuadro porque es la representación de una calle cercana de su familia, muy lindo y sencillo.
La calle de Muñe
El último de todos pero no menos apreciado por la Muñe ni por mí. Este cuadro es la misma calle donde estoy viviendo pero desde la perspectiva de la casa hacia afuera ¿genial no? Me gusta a pesar de que tiene una técnica muy difusa pero igualmente es agradable por lo que representa.