
Una bomba de la IIGM ha explotado en un campo de maíz en Alemania,dejando ese rastro de pezón de maíz extrusionado, rosetas vaya. Ochenta años después, hay algo de belleza poética en algo destinado a la destrucción.
Mi felicidad, vale menos de tres euros, es lo que cuesta una bolsa de cacahuetes, otra de pimienta de sichuan y medio kilo de tofu firme. Me da placer ver vídeos de cocina asiática, sentirlos como lo sienten ellos, ir a sus tiendas y comprar por ese ínfimo precio y recrearme en imaginarlo cocinarlo al día siguiente.
He pasado por un portal donde dos chicas con aspecto de yonkis ex presidiarias, discutían airadamente por supuesto delante de un menor sobre dios sabe que tema. El ir con los cascos puestos me aísla de una realidad sucia y suburbial que no me interesa en absoluto.
El dolor del pie, sigue ahí latente, aunque cada vez es menor y más radial, pero a la vez más localizado en momentos puntuales, con un poco de suerte en breve será solo un mal recuerdo más.
Cuando enlazo series que gustan, ojo suelen ser buenas, aunque solo sea un episodio al dia(no soy nada obsesivo al menos con ese tema) se desarrolla mejor el día, cobra todo como más sentido, es una chorrada, pero me gusta.