Mi Intento Frustrado de Regresar a Venezuela

Luego de un tiempo de estadía en Aruba, junto a mi familia tomamos la decisión de que yo ¡sola! volviera a mi país, pero no para quedarme allí, sino para luego emprender viaje hacia Bogotá-Colombia, así que, con unas semanas de anticipación compramos el pasaje y alisté mi maleta, para que el día del viaje todo estuviera en orden.

Pasados los días nos dirigimos al aeropuerto ya para abordar, me acompañaron mi mamá y dos amigas que había hecho durante mi estadía en Aruba. Al llegar fuimos a la cola del "checking", y en cuestión de 5 minutos o menos pasamos a la taquilla y pude entregar mi pasaporte y pasaje, en ese momento, los agentes de Aruba Airlines notifican que mi vuelo hacia la cuidad de Maracaibo ha sido CANCELADO, les juro que mi rostro se palideció, creo que hasta se me bajó la presión arterial, aunque seguidamente me dieron la opción de viajar el mismo día, pero hacia Valencia, con el mismo costo, dando la oportunidad de hospedarme en un hotel de categoría y volar al día siguiente hasta Maracaibo, o esperar en Aruba hasta el día siguiente el vuelo directo a Maracaibo.

Dimos media vuelta hacia un área para sentarse donde hicimos varias llamadas para concretar detalles de mi llegada a Venezuela, entre tanto que mi Papá fuera a buscarme en el aeropuerto de Valencia, porque esa fue la opción que decidimos elegir.
Así que al momento de tener la decisión concreta volvimos al "checking" donde me dieron el "boarding pass" y mis maletas estaban listas para ser subidas al avión, cuando por curiosidad mi mamá le pregunta a la agente de la aerolínea:

Señorita, mi hija es menor de edad, ¿no hay ningún problema en migración?

Y como respuesta en una cara de asombro escuchamos:

Señora, si su hija es menor de edad no puede abordar hoy, no puede usar la opción de viajar hasta Valencia sola, o sea hacer transbordo siendo menor de edad no es posible.

Ahora sí, no solo a mí, sino a mi mamá y papá se nos bajó la tensión.

Entonces, ¿Qué opción nos queda? – (pregunto mi mamá)

Bueno, lo único que pueden hacer es esperar hasta mañana que sale el vuelo directo a Maracaibo, solo que en ese caso deben cancelar una cantidad (bastante exagerada por cierto) de dólares para pagar una niñera de la aerolínea que acompañe a su hija durante el viaje (que duraba de 20 a 30 minutos)

Así que muy desilusionadas recibimos nuevamente mis maletas y dimos media vuelta dispuestas a regresar a casa y desempacar.

Quiero acotar que durante los meses que transcurrieron hasta ese día hice varios intentos para convencer a mis padres de que me dejaran regresar para comenzar mis estudios universitarios, de los cuales solo éste tuvo efecto así que, en vista de las trabas no solo las relatadas aquí, y que no poseía la cantidad de dólares que debía pagar adicional a la aerolínea para poder viajar, decidí quedarme por un tiempo más en Aruba y volver al cumplir la mayoría de edad para evitar costos adicionales.

Toda esta travesía me hizo ver que los planes que Dios tiene para nosotros muchas veces son completamente contrarios a los que nosotros mismos planificamos, se me enseñó desde muy pequeña a escuchar la voz de Dios y la voluntad de Él para mi vida, sé que si no pude viajar después de tanto esfuerzo es porque el Señor tiene planes para mí diferentes a los que yo tenía en mente.
Desde ahora les contaré a lo que me dediqué en la isla, como voy a trabajar desde aquí con Dios para cumplir mis metas y sueños…