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Atrapado

En mundo lleno de infinitas posibilidades, el destino lo había colocando en ese lugar y momento por una razón. Adams, un joven científico designado a estudiar los sucesos que llevaron a la extinción del ser humano en la tierra, se había enamorado de una de sus habitantes.

Cada día debía romper la barrera del tiempo por la ciencia, sin embargo, todo lo relacionado a la investigación desde que la conoció había dejado de importarle.

Tenían algunos meses de relación, el amor entre ellos brillaba como una estrella, pero ellos sabían que era algo fugaz. El tiempo quién fue el que los unió ahora amenazaba con separarles. Era cuestión de semanas, para que aquella tragedia que acabo con la humanidad ocurriera y él estaba consciente que era el momento de tomar una decisión si quería salvarla.

Ese día todo pareció un poco más triste, se despedían sabiendo que se trataba de la última vez. Adams, sabía que debía irse pero no deseaba dejarla sola.

― ¿Qué ocurre, Adams? ―preguntó ella.

―¿Por qué no vienes conmigo? ―preguntó él mientras extendía una mano.

― ¿Puedo hacerlo?

―Si yo puedo venir desde el futuro a verte, no creo que exista ningún problema― respondió con una gran sonrisa.

Deseaba cuidarla. Quizás habrían algunos problemas con esta decisión pero no era importante en este momento.

Entrelazaron sus dedos mientras la máquina comenzaba con el proceso, todo a su alrededor comenzó a moverse cada vez más rápido, pero de pronto algo pareció andar muy mal. Todas las alarmas se activaron y Adams trató de todas las maneras conocidas de detener la máquina.

Una voz quebrada y muy baja a sus espadas pronunció su nombre. Al voltear su mirada a donde ella se encontraba, su corazón se detuvo. El cuerpo de su amada había comenzado a desintegrarse debido a que ella no pertenecía a ese futuro.

La abrazó, quería ayudarla pero lo único que podía hacer era sostenerla mientras su cuerpo desaparecía, lo último que logró ver fue una expresión de pánico, antes de que su propio tiempo se detuviera para siempre.

Adams, había irrespetado las leyes del tiempo, y ahora ni siquiera se le permitiría regresar a casa.

Muchísimas gracias por leer nuestra historia hasta el final, nos alegra mucho volver a compartir un escrito con ustedes y esperamos lo hayan disfrutado. Nos encantaría saber qué te pareció la historia y qué te hizo sentir, así que déjanos un comentario.

Desde este lado del mundo, se despide con cariño @cafeconleche.