Redacto este post luego de escuchar la nueva canción de Lasso: Souvenir y, por ende, volver a escuchar Un millón como tú par de canciones que se adaptan muy bien ami situación actual. A un enamoramiento imprevisto, un enamoramiento como bala perdida (referencia a las canciones de Morat) que me tiene acorralado entre seguir algo que no es o empezar a buscar lo que es. Ando sumergido en el enamoramiento que no me deja ver a otras personas, que solo puedo ver lo especial en ti y en cómo en el mejor de los casos me convertiré en un simple souvenir de tu vida.

Fue ayer

que este cielo especial, de tonos opuestos, de pinceladas violentas que luchan por resaltar, me hizo ver nuestros horizontes frustrados —o al menos el mío— en un sin fin de sin definiciones, de inciertos futuros, de inciertos: nosotros... a pesar de que no importa la hermosa lucha entre tonos cálidos y fríos del cielo, uno más violento que el otro, al final ninguno vive, las fuerzas se agotan y la tierra gira, cayendo de nuevo una oscuridad que en el momento parecerá eterna.