En mi artículo anterior hablé sobre cómo el universo de películas de Marvel no fue el primer intento sistemático y a monumental escala por parte de una productora grande de crear una serie de películas interconectadas que terminarían uniendose en futuras películas (Mothra vs Godzilla y Ghidorah: The Three Headed Monster). Ahora explicaré un poco más detalladamente por qué desde un inicio puede ser llamado un universo cinematográfico y no simples “team-ups”. *Si quieren revisar mi primer artículo, den click aquí.
A diferencia del universo de Marvel, el cual se fue uniendo al principio por escenas post-créditos las cuales hacían referencias a futuras películas (práctica que continuarían, aunque luego ya no sería la única), Toho fue armando el universo tonal y temáticamente. En otras palabras, fueron preparando a la audiencia de una manera personal e íntima para el all-star battle que se avecinaba.
Las películas Godzilla (1954) y Ghidorah: The Three Headed Monster (1964), no solo se separan por diez años, sino que el tono entre ellas dista demasiado. Mientras que la primera es noir, terror y tragedia; la segunda es acción, superheroismo e incluso algo de comedia. Pero esto se dio paso por paso. Toho preparó a la audiencia para eso.
Después de Godzilla y Godzilla Raids Again, Rodan fue estrenada, y así el segundo monstruo del equipo que más tarde se formaría. Esta película maneja también la tragedia, el horror y el drama de Godzilla, sin embargo un par de cosas son diferentes. El personaje titular termina acabando con los primeros enemigos que atacaban a los ciudadanos, los Meganulon. Luego éste es considerado enemigo por la población debido a la destrucción que deja Rodan en su vuelo (el viento que generan sus alas es capaz de tumbar edificios). Nótese que el primer ataque de Rodan se origina de su persecución por parte de la fuerza aérea japonesa. Rodan pudo haber considerado esto una acción hostil. Al final de la película se descubre que no hay uno, sino dos Rodan (y abierta la posibilidad de más). Cuando el ejército logra acabar con uno de ellos haciéndole quemarse en un volcán el otro se lanza hacia su compañero y se sacrifica. Todo esto con una dramática pista de fondo. Esto genera en Rodan un perfil de héroe trágico. Los monstruos ya no serían solo bestias amenazantes, sino capaces de ayudar a la humanidad y hasta de tener sentimientos.
Después vendría Mothra, donde la criatura homónima buscaría rescatar a dos miembros de la tribu de su isla de las manos de sus secuestradores, quienes las están explotando en un show (esto debido a que son chicas adultas, pero de pocos centímetros de altura). Si bien Mothra acaba con la vida de inocentes en el proceso, el objetivo de la bestia es puramente heroico y es la humanidad (o parte de ella) la que provocó a Mothra, quien reposaba en su isla.
Después de mostrarnos la evolución del universo que va desde monstruos como villanos, a héroes trágicos y a héroes, vino mostrarle a la gente que todos ellos coexistían con Mothra vs Godzilla (aunque ya Godzilla había batallado con King Kong en King Kong vs Godzilla, pero éste no era para el momento parte de Toho). En esta película Mothra, como heroína, y Godzilla, como villano, se enfrentarían, con Mothra (o mas bien su estirpe) como victoriosos.
Para concluir este artículo, la película mencionada con anterioridad que salió diez años después de la primera de Godzilla, Ghidorah: The Three-Headed Monster (de título original Three Giant Monsters: Earth’s Greatest Battle). Aquí se consolidaría el concepto del universo compartido (y el concepto del “team-up” de personajes contra un mal mayor que esta franquicia poseería). En este filme Mothra (en plan Nick Fury) convencería a Godzilla y a Rodan que se unan a su iniciativa para enfrentar en equipo a King Ghidorah, el dragón de tres cabezas que tiene el poder de destruir el mundo. Empiezan en conflicto pero eventualmente Mothra les convence y estos enfrentan y vencen a Ghidorah. El tono de la película pasa a ser equivalente al del primer Avengers (y el de muchas más de la franquicia de Marvel). Un enemigo amenazante y realmente serio, contra un equipo improbable de personajes que se molestan entre sí generando momentos de humor que aligeran la tensión. El tono es mucho más familiar que en las películas anteriores, pero esto fue construido poco a poco. Fueron pasando de lo más terrorífico (Godzilla), a sentirte mal por el monstruo (Rodan), a apoyar su heroismo (Mothra) y a finalmente hasta reírte y vitorear consignas en pro de un equipo formado por ellos contra un monstruo mucho más terrible.
Con esto no quiero desprestigiar los méritos que tiene la famosísima franquicia de Marvel y a la que se le debe la perpetuación del éxito de los superhéroes, sino que deseo que esta franquicia de monstruos, la cual fue exitosísima hasta en los mismos EEUU, no solamente en Japón, reciba el crédito que se merece por haber creado estos blockbusters en un universo compartido que van más allá de los team-ups, sino que fue muy bien armado y unido con un hilo temático y de tono.



