Por lo general a las personas no nos gusta la espera y como decía en la dedicación es algo inevitable en esta vida, son muchas las veces que tenemos que experimentar la espera, una situaciones más positivas que otras, porque por ejemplo la espera a un viaje no se compara con la espera a un examen, o la espera de un hijo no se compara con la espera para saber si un familiar que se debate entre la vida y la muerte logra pasar la noche… aunque se trata de esperar en esencia, unas son más deseables que otras.

Hace unas cuantas semanas, un amigo me dijo que estaba haciendo un taller sobre cómo llevar el Vorfreude como estilo de vida (está en Australia terminando la carrera), a los días decidí contactarlo y que me explicara sobre esa filosofía y cuál es el fin de aplicarla. He hablado unas 5 veces con él, largo y tendido sobre este tema y hoy quiero dejarles en esta entrada todo lo que he dicho y practicado durante las últimas 10 semanas.

Si nos apegamos a su concepto estrictamente, tenemos que no tiene una traducción exacta al español, sin embargo, para obtener su significado lo que hacemos es buscar su “raíz” donde tenemos que es la unión de “freude” que se refieres muy puntualmente a “alegría” o “placer”, con el prefijo “vor” que significa “antes. Como palabra tiene un significado extremadamente positivo y es que es el placer que se experimenta antes de un acontecimiento.

Aunque la palabra es totalmente positiva, cuando se trata de llevarla a una filosofía las cosas cambian un poco y es el Vorfreude como filosofía de vida consiste en aprender a disfrutar de la espera, en su sentido general, tanto de la espera positiva como de la negativa, porque es parte de la vida. La finalidad con esto cosiste en que muchas veces no vemos la espera como algo objetivo en la vida, muchas veces la espera para nosotros no tiene finalidad, y si es algo que deseamos terminamos idealizando el evento que ocurrirá a tal punto que si algo llega a salir distinto de nuestros pensamientos se nos arruina todo. Y si en todo caso se trata de una espera negativa la vemos como una tragedia, como si se acabar el mundo por esa espera y lo cierto es que la mayoría de las veces terminamos cometiendo errores horribles en nuestras vidas por no saber esperar

El Vorfreude como filosofía de vida intenta hacernos entender que la espera debe tomarse como eso, como un momento que necesitamos para experimentar algo, como un momento necesario en la vida que no puede postergarse ni adelantarse, solo puede vivirse, si es negativo debe internalizarse y ver qué nos ha llevado a ese momento, o qué necesitamos aprender de esa situación; si es positiva la espera también debe internalizarse, pero en forma de agradecimiento a la vida por permitirnos experimentar ese evento próximo y sentirnos conformes de lo que hemos logrado.

No es Vorfreude el hecho de postergar las cosas, eso es procrastinación… muchos tienen el errado concepto de que la filosofía Vorfreude dicta que tienes que esperar por todo y eso está muy mal, la vida tampoco puede vivirse postergando todo lo que debemos hacer. Por el contrario el Vorfreude solo nos incita a aceptar la espera en cualquiera de sus expresiones y a vivirla con placer.

A la mayoría de las personas a las que no nos gusta la espera en ninguna de sus expresiones es porque hemos vivido experiencias desagradables con ese tema. Por ejemplo, en mi caso es porque crecí en un hogar con padres divorciados, cuando a mi papá le tocaban las visitas por lo general amanecía ansiosa y comenzaba a esperarlo desde muy temprano, la ansiedad era horrible, porque era una emoción desagradable, cuando al fin llegaba después del mediodía, no se quedaba más de un par de horas, y sin contar que la mayoría de las veces no llegaba, eso fue dejando huellas muy desagradables en mi interior.

Cuando te inicias en el Vorfreude debes deshacerte de todo trauma que te encadena, debes tomar en cuenta que son experiencias pasadas, que nada tiene que ver con el presente y que ahora la actitud que tomas con la espera es tu decisión, para convertirte en una mejor persona y cualquier cosa que pase al final de la espera te hará crecer como persona; ya que es solamente una estrategia ganar-ganar porque si es negativa te deja la experiencia, y si es positiva obtienes la recompensa.

El segundo paso del Vorfreude dicta que debes prepararte internamente para cuando la espera termine. Muchas veces nos enfrentamos a situaciones en donde sabemos que luego de la espera las cosas no serán fáciles, y para ello debemos prepararnos en todos los sentidos, tanto internamente manteniéndonos libres de ansiedad y emociones negativas, como en la vida misma anticipando a tener las cosas que podamos requerir, porque puede que luego del momento de espera no nos dé el tiempo necesario para obtener determinada cosa.

Por ejemplo si estamos en la dulce espera para tener a un bebé, debemos estar consciente de todo lo que necesitará nuestro hijo al nacer, no solamente tenemos que sentarnos a esperar con ansiedad su nacimiento, sino que tenemos que preparar todo para él durante y el después del nacimiento.

No es cuestión de que si está muriendo un familiar té estés en una sala de espera feliz de la vida esperando a ver si se muere, eso es muy macabro, por el contrario, en vez de llenar tu pensamiento con cosas como “¿Y si se muere… qué haré?”… no el Vorfreude dice que todo pensamiento debe ser positivo porque entiendes lo que pasa, si esa fuera la situación puntual, a pesar del dolor o la angustia entendieras que puede tratarse de una prueba de vida con la cual tienes que mejorar tu trato hacia tu familiar o quizá tengas que mejorar tu perspectiva de vida y esa es una herramienta para hacerte cambiar.

El Vorfreude se trata de convertir en positiva toda experiencia relacionada con la espera, tomándola como una comunión con el mundo y no como una tragedia.

Queridos lectores, me encanta hacer estas entradas porque puedo llenarlos un poquitito de eso que tanto persigo en la vida y es mi paz interior. Estas filosofías nos ayudan a estar más conectados con nosotros mismos y a darle un significado más coherente y bonito a la vida que cada uno vive.