¡Hola steemians! Hace tiempo no comparto un Fotosrápidas, básicamente porque luego de obtener mi cámara réflex he tratado de presentarles trabajos fotográficos con mayor profundidad, pero constantemente me estoy retando a diario poder capturar una imagen que me pueda llevar a la cama y decir hoy he visto, y a veces no siempre puede ser capturado con una cámara profesional encima, así que probablemente dirija fotosrápidas a esas búsquedas obsesivas de lo hermosos en mi tiempo cotidiano.
En esta oportunidad, les comparto tres fotografías que son un comienzo muy sencillo del uso del doble encuadre en la fotografía. Luego de conseguirlo muchísimo en el cine, es algo que he querido desarrollar y practicar.
En la fotografía contamos con dos espacios físicos, el espacio que ve el fotógrafo (el real), y el espacio fotografiado, aquel que es limitado por el rectángulo que nos da la cámara, es decir, el encuadre. La manera en la que ordenamos los elementos de ese espacio real dentro del encuadre es lo que llamamos composición.
Dentro de la composición hay muchos elementos a estudiar, pero para no ponernos demasiado a eso, vamos a lo que nos interesa y es a conseguir un doble encuadre dentro de nuestras fotografías. El encuadre a nivel narrativo, recordemos que el encuadre es el cómo posicionamos lo que vemos a la limitación visual de la cámara, puede decir muchas cosas. Puede llegar a denotar encierro, soledad, tristeza y hasta muerte, todo eso sumado al contexto en el que se pueda desenvolver el personaje, pero ya se puede decir muchísimo solo con el encuadre.
Esta fue la primera fotografía que tomé luego de notar el doble encuadro (bastante obvio, lo sé) que generaba este espacio por naturaleza. Hay algo interesante en el doble encuadre y es que te plantea de manera mucho más directa los distintos planos dentro de la fotografía que por consecuencia te generan una mayor profundidad.
Por ejemplo en esta tenemos un primer plano de Samid (@dechastre), luego las rejas con las que se genera el doble encuadre tanto de las escaleras, que se encuentran en un tercer plano, como de Samid. Y a continuación podemos ver un ejemplo todavía más claro del doble encuadre:
En este caso, quizás no tan literal el doble encuadre, puede conseguirse una narrativa distinta, un encuadre que demuestra mayor soledad o encierro y que hasta rompe con la figura de la persona dándole mayor personalidad al ojo que observa, no sólo retrata.
Hay que tomar a consideración que todo elemento que entre en nuestra composición tiene un valor y significado dentro de nuestro discursos, estar consciente que ocultar a nuestro personaje, que de la espalda, la luz o sombra que entre en plano, todo eso es parte del discurso y la composición que le demos nos permite finalmente llegar a decir algo.
Quizás y sólo quizás si hubiese puesto la silueta de Samid en ese espacio entre las rejas, hubiese logrado un hermoso doble encuadre, pero por ahora sólo es una foto que me gusta muchísimo, estuve cerca de titular estas fotosrápidas "Derretimiento del encuadre", pero de verdad estoy intentando dejar de hacer cosas sin sentido alguno. Y sólo se las comparto porque me gusta mucho (disculpen el capricho). Pero sí les puedo decir, abracen los espacios que visitan y sean cazadores de luz para crear fotografías constantemente, caminar se vuelve mucho más divertido así.
Todas las fotografías tomadas por mí, con un celular Motorola 2G.
Aquí puedes ver las ediciones pasadas de Fotosrápidas
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