NUEVOS EJERCICIOS DE MICROFICCIÓN

Estimada comunidad lectora de Steemit, para cambiar un poco la tónica de lo que suelo publicar, he querido compartir con ustedes unos nuevos ejercicios de microficción (prefiero esa denominación, o minificción); hace un tiempo -ver aquí- publiqué unos primeros ejercicios de este tipo. Hoy les traigo unos escritos a partir de ciertas referencias bíblicas (es una vertiente que me interesa y espero aprovecharla más), por supuesto, jugando con el carácter intertextual, la ficcionalización de tales referencias, la ironía y cierta transgresión. Espero su lectura.


***


Mientras Isaac permanecía cimbrado sobre el ara, Abraham visualizó, en la luz de la daga, la escena del sacrificio infructuoso de otro hombre por providencia de su padre, y decidió salvar a su hijo.



Caravaggio - El sacrificio de Isaac (1603)Fuente

Moisés había flaqueado, como todo hombre, aun a conciencia de que sería castigado por quien le había elegido. No comprendía aquella ingratitud. Miró, desde la montaña, a su gente atravesando el interminable desierto, luego de traspasar aquel terrible Mar Rojo. Iban en busca de la Tierra prometida. Él sabía que era solo una promesa.



Beccafumi - Moisés y el becerro de oro (1537)Fuente


La delación golpeaba la conciencia de José, encerrado en aquel pozo. Haber sido abandonado por sus hermanos le agriaba el alma. Yavhé había normado la vida de su pueblo y repudiado sus faltas; el benjamín no sabía si el miedo y la traición estaban entre ellas.



Antonio del Castillo - José vendido por sus hermanos (1655-1660)Fuente


Luego de disfrutar los placeres ofrecidos por la sulamita, Salomón había escrito sus cantares. En sus sueños de contiguas noches la había sentido tan cerca como aquel día, y vio también, como en un espejo futuro, la inquisición (nada salomónica) que prohibía sus cantos de amor.



Gustave Moreau - Cantar de los Cantares. la Sulamita Fuente


Job se raía sus llagas, reclamando al cielo por aquella plaga que había caído también sobre su prójimo. Los seguidores del tirano entronizado se burlaban de él y cantaban vítores al sátrapa. Job los increpaba y condenaba. El pueblo hacía sus lamentaciones y lavaba sus llagas, resignadamente, en las aguas del río tardo que atravesaba a la ciudad.



Gonzalo Carrasco - Job en el estercolero (1881) Fuente



"¡La cabeza de Juan!", exclamó, arrebatada y vengativa, con su voz displicente, Salomé, luego de complacer a su padre con una danza seductora, aplaudida por los aduladores del palacio. "El Bautista", como lo apodaban en el pueblo, había observado la belleza de aquella mujer alguna vez. En la cabeza degollada, sobre el bruñido plato, sus ojos abiertos miraban al rostro de Salomé.


Franz von Stuck - Salomé (1906)Fuente

Agradecido por su atención y tiempo, y por sus comentarios. Saludos.


Les recomiendo visitar las publicaciones de @equipocardumen. Ya está disponible el nº 1 de la revista de arte y literatura, Periplos (ver aquí)

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