Amigos de Steemit, lo que algún teórico o crítico denominó "microficción" o "minificción" (ver), se aviene a mi carácter y ejercicio de la escritura. De modo que, como publiqué en otro momento (ver), van a continuación otras concreciones de tal tipo escritural, en las que sigo jugando textualmente con las referencias bíblicas.

Babel seguía allí. La confusión no era de lenguas, como se creía, sino de visiones. La gigantesca torre, iniciada pero no terminada, imposibilitaba ver el sol. Todas las visiones eran borrosas; la claridad se había perdido.

Noé, como el Almirante de las Indias, avistó la Tierra de Gracia mientras navegaba en las aguas del Diluvio. Envió una paloma y esta volvió con las alas chamuscadas por el fuego de las guerras que los hombres aún mantenían entre sí.

En el sueño Jacob vio al ángel (o se vio en el sueño). Se enfrentó a él para subir la escalera al cielo. Pero de su lucha con el ángel solo quedó la marca de haber encarado la luz y la belleza, y eran terribles, como lo cantaría Rilke o lo pintaría Klee.

Mientras componía sus poemas, David escuchó el llamado para enfrentar a los invasores. ¿Qué hubo en común entre el joven que se enfrentó con su honda al gigante Goliat, encarnación del poder opresor, y lo degolló, y aquel rey autor de los hermosos salmos que hoy conocemos?

Gracias por su lectura y comentarios. Saludos.
